¿Cómo las empresas pueden contabilizar eficientemente el IVA?

El Impuesto del Valor Añadido es un tributo indirecto que grava el consumo. Las empresas están obligadas a contabilizarlo y realizar periódicamente la liquidación del IVA, que recaudas para Hacienda.

Esto se lleva a cabo a través del modelo 303, que permite pagar y declarar el IVA en España, y la declaración informativa o resumen anual, el modelo 390, que se presenta al finalizar el ejercicio, en el mes de enero. Todas las obligaciones con respecto al Impuesto del Valor Añadido se encuentran recogidas en la Ley 37/1992.

Entender el IVA y los distintos tipos impositivos, así como todo lo referente al IVA soportado o repercutido, es vital que las empresas puedan hacer una contabilización del IVA precisa y correcta, y evitar que esta tarea administrativa pueda suponer un problema para las finanzas y la gestión de tesorería, así como para el cumplimiento de las obligaciones tributarias.

 

¿Cuáles son los principales tipos de IVA?

 

En España existen diferentes tipos de IVA, según el tipo de bienes y servicios del que estemos hablando. Nos referimos al IVA general (21%), al IVA reducido (10%) o al IVA superreducido (4%).

 

IVA General

 

El IVA general es el que se aplica a la mayoría de bienes y servicios sujetos a IVA y el tipo impositivo es del 21%, de acuerdo con el artículo 90.1 de la Ley 37/1992.

 

IVA Reducido

 

El IVA reducido, que es del 10%, grava el consumo de diversos bienes y servicios, que muy resumidamente, serían los siguientes:

  • Productos para la nutrición humana o animal, salvo tabaco, bebidas alcohólicas y bebidas refrescantes, zumos y gaseosas con azúcares y edulcorantes
  • Animales, vegetales y productos destinados a obtener productos para la nutrición humana o animal
  • Bienes utilizados en actividades agrícolas, forestales o ganaderas
  • Aguas para la alimentación humana o animal, o destinadas para el riego
  • Medicamentos utilizados para uso animal
  • Productos farmacéuticos de uso directo para el consumidor humano y equipos médicos, aparatos e instrumental
  • Viviendas y garajes
  • Suministro eléctrico, gas natural y combustibles
  • Obras de renovación y reparación en viviendas
  • Semillas y flores
  • Arrendamientos financieros con opción de compra de viviendas
  • Importaciones de objetos de arte, antigüedades y colección
  • Servicios de directores, técnicos, intérpretes y organizadores de cine y teatro
  • Transporte de viajeros y equipos
  • Museos, bibliotecas y centros de documentación
  • Espectáculos deportivos, exposiciones y ferias
  • Servicios de limpieza de vías públicas
  • Ventas con instalación de armarios de cocina y de baño
  • Servicios de hostelería, acampamento y balneario
  • Servicios para actividades agrícolas, forestales y ganaderas

 

 

IVA Superreducido

 

En cuanto al IVA superreducido, que es de un tipo impositivo del 4%, se gravan los siguientes artículos.

  • Diversos alimentos: entre ellos, panes y harinas, algunos productos lácteos como leche y queso, huevos, frutas, hortalizas, verduras, legumbres y cereales
  • Libros, periódicos y revistas
  • Vehículos para personas de movilidad reducida
  • Algunos medicamentos para uso humano
  • Prótesis e implantes internos en personas en situación de discapacidad
  • Algunos artículos de higiene íntima y productos de salud reproductiva
  • Viviendas de protección oficial en régimen especial o de promoción pública

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¿Cuáles son las diferencias entre IVA soportado e IVA repercutido?

 

A la hora de calcular el IVA que las empresas deben liquidar en sus declaraciones trimestrales a Hacienda, hay que distinguir entre IVA soportado y repercutido.

  • IVA soportado: es el impuesto que una empresa o particular paga al adquirir bienes o servicios de otros proveedores
  • IVA repercutido: consiste en el IVA que la empresa repercute a sus clientes en sus facturas

A la hora de calcular la cantidad que se debe pagar en las liquidaciones trimestrales, hay que comprobar las facturas de gasto que se han pagado y que se pueden desgravar, ver el IVA soportado y restarlo de la cantidad de IVA repercutido en las facturas de ingresos.

Nuestra recomendación es que utilices herramientas de contabilidad avanzada, con las que puedes evitar divergencias entre la información fiscal y la gestión contable.

 

¿Qué requisitos son necesarios para contabilizar el IVA?

 

Para poder contabilizar el IVA, tienes que ser empresario o profesional y realizar una actividad económica que esté sujeta a IVA. Sólo se puede deducir el IVA soportado de aquellas operaciones que den derecho a deducción, ya que están relacionadas con tu actividad económica.

Si te preguntas cómo contabilizar el IVA correctamente, lo primero que debes hacer es gestionar de manera correcta todo el proceso de facturación y gestión contable. Si mantienes al día tus libros de facturas de ingresos y gastos, el siguiente paso es aplicarlo en la gestión contable.

Cuando una empresa realiza una compra y recibe una factura, el IVA soportado se contabiliza como un gasto. Por su parte, el IVA repercutido se contabiliza de forma separada de la base imponible, ya que es un dinero que tendrás que liquidar a Hacienda al finalizar el trimestre (o el mes según tu caso).

Por otra parte, cuando se efectúa el pago a la Agencia Tributaria, se debe registrar el desembolso de efectivo o la transferencia. En el debe se incluiría el registro de la obligación tributaria, mientras que en el haber se contaría la cuenta de banco, y reflejaría la salida del dinero.

Además, es necesario que todo el IVA soportado y repercutido esté correctamente justificado mediante facturas, y particularmente en el caso de las empresas, que deben llevar una gestión contable, los movimientos bancarios por las operaciones sujetas a IVA.

Muchos autónomos y empresas suelen delegar la contabilización del IVA en asesorías o despachos. Gracias al uso de herramientas para la contabilidad colaborativa, pueden facilitar la gestión interna y optimizar sus procesos administrativos.

 

¿Cuáles son los errores más comunes al contabilizar el IVA?

 

A la hora de contabilizar el IVA, muchas empresas y autónomos tienden a cometer errores debido a la dificultad que en ocasiones pueden presentar los cálculos manuales. Si manejas cientos de facturas y no se realiza el cálculo mediante un procedimiento sistemático y sencillo, es posible que a la hora de hacer tu declaración se cometan errores.

También hay dos posibles fallos que son bastante habituales en empresas y autónomos.

 

Errores en la deducción

 

Consiste en deducirse el IVA soportado por facturas que no se corresponden a la actividad empresarial y que por tanto no dan derecho a deducción. También puede ocurrir que haya facturas con IVA que te podrías descontar en tu liquidación, pero no las has incluido.

 

Registro incorrecto en los libros contables

 

Registrar incorrectamente las operaciones en los libros contables puede dar lugar a que no puedas justificar posteriormente las operaciones, o que haya divergencias entre los datos declaraciones y la contabilidad de la empresa, lo que puede generar dificultades para justificar determinadas deducciones.

 

¿Qué ventajas ofrece un software en la contabilización del IVA?

 

Un software de contabilidad con el que puedes contabilizar el IVA automáticamente a partir de las facturas de ingresos y gastos registradas en la herramienta te permite automatizar procesos, ahorrar tiempo y elaborar y presentar tus declaraciones tributarias de manera más rápida y sin errores.

Esto va a permitir que se cometan menos errores, que pueden derivar en infracciones y las consiguientes sanciones tributarias, por lo que también puede suponer un ahorro económico para tu empresa. Además, ayudará a mejorar la planificación fiscal y hacer una mejor gestión de la tesorería, de manera que puedas controlar el IVA que debes ingresar en Hacienda.

Desde Zucchetti Spain te invitamos a conocer nuestras soluciones de software para gestión fiscal, que puedes implementar en tu Departamento Contable, o en tu asesoría o despacho.