¿Qué es el factoring​ y qué tipos existen?

Uno de los mecanismos de financiación que pueden tener las empresas es el factoring. Obtener liquidez es un aspecto esencial para que un negocio pueda hacer frente a sus costes a corto plazo, invertir, innovar o expandirse, por lo que debemos asegurar que existe un adecuado flujo de caja.

Ese flujo de liquidez puede provenir de distintas vías, desde los préstamos hasta las líneas de crédito. Pero sin duda una de las alternativas de financiación más atractivas con la que las empresas pueden contar es el factoring. En este post te explicaremos qué es y cómo funciona el factoring.

 

¿Qué es el factoring?

 

El factoring es una forma de financiación que tienen las empresas para hacer frente al circulante a corto plazo, y consiste en cobrar de forma anticipada el importe de las deudas. Así, mediante el factoring, las empresas ceden sus facturas o derechos de cobro a una entidad financiera, denominada “factor”, que le abonará esa cantidad de dinero, y se encargará por su parte de llevar a cabo la gestión del cobro al cliente.

Además, puede brindar distintos servicios de asesoramiento comercial, lo que supone una gran ayuda para muchas pequeñas y medianas empresas que tienen dificultades para cobrar sus facturas. Entre otros aspectos, una empresa de factoring hoy día puede verificar y hacer un seguimiento más sencillo de las facturas, gracias al nuevo reglamento de facturación y el sistema Verifactu.

 

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¿Qué tipos de factoring existen?

Fundamentalmente, podemos hablar de dos tipos de factoring, dependiendo de cómo actúa la entidad financiera con la que establecemos el acuerdo. Esto puede ser factoring con recurso o sin recurso.

 

Factoring con recurso

El factoring con recurso implica que la empresa que contrata a la entidad financiera responde del impago del deudor. Lo malo de este tipo de factoring es que no elimina el riesgo financiero, y aunque puede ser más económico, la empresa no puede retirar las facturas impagadas de su balance. En este caso, el tratamiento del factoring en contabilidad no implica apenas cambios.

En este sentido, gestionar el factoring desde un ERP de facturación es sencillo, ya que puedes registrar la factura original, marcarla como cedida, registrar el pago del cliente y considerar el cobro de las comisiones del servicio de factoring, así como traspasarla a contabilidad e incluirla en el balance como una cuenta por cobrar.

 

Factoring sin recurso

En este caso, la entidad financiera asume el riesgo de que el deudor no pague la factura, mientras que la empresa cobra dicha cantidad de la entidad financiera. Claramente, el factoring sin recurso es la opción más beneficiosa para muchas organizaciones, ya que no tienen que hacerse cargo de la deuda en caso de que el deudor no pague.

Aquí lo que sucede es que las facturas cedidas a la entidad financiera se retiran del balance de la empresa cedente. La cuenta por cobrar desaparece del balance y no existe una obligación de pago futura si el cliente no paga a la entidad financiera.

Además, hay que tener en cuenta todo lo relativo a los impuestos y la gestión fiscal y administrativa. Los ingresos registrados por la venta de la factura (el traspaso de la cuenta que la entidad financiera va a cobrar) es una fuente de ingresos para la empresa; por otra parte, la comisión del factor por el servicio de factoring debe considerar como un gasto, que además se puede deducir como gasto fiscal. En esta línea, es de gran importancia que trabajes con un software de gestión fiscal para llevar todo lo relativo a tus impuestos, o en caso de que tengas una asesoría, que puedas gestionar los impuestos de tus clientes fácilmente.

 

¿Cuáles son los beneficios del factoring?

Como alternativa de financiación empresarial, el factoring posee numerosos beneficios, en especial para las pequeñas y medianas empresas. Principalmente, porque es una herramienta de financiación clara, al poder obtener liquidez a corto plazo y no depender del pago de facturas por parte de clientes, que podrían ser insolventes, o demorar el pago.

Estos son algunos de los principales beneficios del factoring.

 

Permite disponer de liquidez inmediata

Las empresas necesitan liquidez para tener operatividad, por lo que contar con una empresa de factoring que nos adelante las facturas nos aporta una inyección de dinero a corto plazo que facilita la gestión empresarial.

 

Elimina la incertidumbre en la fecha de cobro

Muchas empresas pueden cobrar sus facturas a 30 o 60 días, lo que supone dificultades para la gestión de la tesorería. La incertidumbre sobre la fecha real de cobro puede traer dificultades financieras a la empresa, por lo que es de gran ayuda contar con una empresa de factoring que nos pague en una fecha señalada.

 

Externaliza la gestión del cobro

Al externalizar la gestión de los cobros, tu empresa no tendrá que enfocarse en la reclamación de facturas impagadas, ya que será la entidad financiera la que se ocupe de este aspecto, tanto si hablamos de factoring con recurso o sin recurso.

 

No genera deuda en el balance

Cuando hablamos de factoring, una de las principales ventajas es que no genera deuda en el balance. Es decir, a diferencia de un préstamo o línea de crédito, no se registraría como un pasivo, por lo que no alteraría nuestros resultados.

 

Disponer de financiación de manera flexible

El factoring es una forma de obtener financiación de forma flexible según sus necesidades y no tiene que asumir el pago de un monto fijo para la financiación. Por otra parte, el factoring depende directamente del volumen de facturas de ingresos que genere la empresa, por lo que se adapta mejor a sus necesidades que otras alternativas.

 

¿Cuál es la diferencia entre factoring y confirming?

 

Otro punto que debemos tener claro es la diferencia entre confirming y factoring. En el caso del factoring, la entidad financiera anticipa el pago de las facturas impagadas con sus intereses y comisiones, y asume el cobro de éstas al cliente.

Mientras tanto, en el confirming, la entidad financiera nos anticipa el dinero para realizar un pago a proveedores, es decir, una compra, y el riesgo de impago cae únicamente sobre la empresa compradora, que deberá pagar a la entidad financiera y no al proveedor.

 

¿Cómo un software de contabilidad puede ayudarte con el factoring?

 

El software de gestión contable te permite llevar a cabo la contabilidad del factoring de manera correcta. En este tipo de operaciones, la empresa cedente tiene que registrar la venta y factura inicial, registrar también el anticipo recibido del factor y la correspondiente comisión, y finalmente eliminar la cuenta de clientes (en los casos en que es factoring sin recurso).

Con un software de contabilidad te será más fácil hacerlo y podrás automatizar procesos para evitar que la gestión de facturas en factoring se convierta en un problema para la gestión contable de tu empresa.